¿Alguna vez te ha sucedido que al ir conduciendo accionas el freno y este suena como si raspara? Este ruido es muy común debido a que los frenos están diseñados para que el vehículo reduzca su velocidad mediante el trabajo realizado por la fricción entre las pastillas y los discos. En condiciones normales, cuando todos los elementos del sistema se encuentran en óptimas condiciones, este sonido no debería ser muy alto ni incómodo, pero como este no siempre es el caso, a continuación voy a resolver algunas preguntas frecuentes respecto a este tema:
¿Por qué los frenos producen un sonido agudo?
Existen varios motivos que pueden causar chillidos o sonidos agudos al frenar, entre los que se listan:
- Pastillas de freno gastadas: debido a que estas son un elemento que se va desgastando con el uso del vehículo, llega un momento en el que específicamente el material que entra en contacto con el disco de freno se acaba y entonces empieza a existir un contacto directo entre la base metálica de la pastilla y el disco de frenos (igualmente metálico), lo que genera el incómodo ruido agudo, ó el famoso “chillido”, que es normal entre dos piezas metálicas en movimiento que entran en contacto directo. Incluso, algunos fabricantes incluyen una pequeña pestaña metálica en la base de la pastilla para generar este ruido a propósito, como un indicador de cambio. Adicionalmente, el uso prolongado de unas pastillas gastadas causan serios daños físicos al disco de frenos, obligando al propietario a invertir en el cambio tanto pastillas como discos.
- Mugre e impurezas: que se ubican entre las superficies de la pastilla y el disco de frenos, también son responsables de algunos de los ruidos anormales producidos al frenar. Aunque mucha de esta mugre es simplemente la viruta resultante de la fricción y el desgaste de la pastilla, también hay que considerar las partículas de diversos materiales que el sistema de frenos recoge del piso y que, al final, enrarecen el comportamiento esperado del sistema.
- Cristalización de la pastilla: específicamente la cristalización del material que entra en contacto con el disco de frenos, lo cual representa una alteración las propiedades físicas del mismo (principalmente endurecimiento) y que a su vez modifica la forma como se desgasta durante la fricción. Este cambio reduce la efectividad al frenado, aparte de producir el desagradable chillido del que venimos comentando.
- Vibración: Las pastillas de frenos van montadas dentro de unas piezas metálicas conocidas como mordazas, las cuales se encargan de acercar la pastilla al disco cuando los frenos son accionados; algunas veces la pastilla de frenos no encaja perfectamente en la mordaza dando lugar a movimientos indeseados entre estas dos piezas, lo que al final resulta en fricción y “chillidos” incómodos al frenar. Normalmente, las pastillas nuevas traen unas láminas metálicas adicionales conocidas como “anti ruidos” y que se usan ajustar el empalme con la mordaza buscando eliminar esta fricción no deseada. Desafortunadamente, estos “anti ruidos” pueden caerse o el mecánico puede no instalarlas, generando así el desagradable ruido.
Cambié pastillas de freno y chillán
Resulta común escuchar que las pastillas han sido cambiadas recientemente y desde entonces los frenos empezaron a generar ruidos que antes no estaban; frecuentemente estos ruidos se deben al incremento en la dureza del material de la pastilla nueva el cual, al ser mayor que la pastilla reemplazada, implican un mayor esfuerzo del sistema en la frenada con las sonoras consecuencias. Aquí es importante considerar los diferentes tipos de pastillas y sus aplicaciones.
Pastillas de freno que no chillen
Tal como lo acabo de mencionar, el chillido puede ser producido por unas pastillas fabricadas con materiales muy duros (Aquí puedes ver qué pastillas de frenos son mejores) , instaladas erróneamente en vehículos livianos, generalmente por el bajo precio. Pero lo más aconsejable es seleccionar las pastillas de frenos de acuerdo al uso real que el vehículo recibe y la relación costo beneficio de cada conductor.
Frenos de campana o tambor
Anteriormente, los carros eran fabricados con frenos de campana o de tambor compuestos por un cilindro sellado, dentro del cual habían unas bandas de asbesto que entraban en contacto con el interior del mismo (el tambor) para reducir la velocidad del vehículo hasta detenerlo. Como este es un sistema cerrado, acumula muchas en su interior, lo cual genera chillidos al accionar el freno e iniciar la fricción entre el tambor, el mugre y las bandas de asbesto.
Concluyendo, la mayoría de los ruidos que se producen al frenar suelen ser un síntoma inequívoco de que algo anda mal en el sistema, ya sea por desgaste o por acumulación de residuos; es por eso que es tan importante revisar los frenos de tu vehículo de forma periódica y preventiva, buscando evitar el desgaste innecesario de otras piezas relacionadas y los costos asociados a su eventual reemplazo o reparación.
Ten en cuenta que más allá de los airbags y los diferentes sensores, los frenos son el sistema de seguridad primario de un vehículo, por lo que para un particular es aconsejable efectuar una revisión de este sistema cada 7.000 kilómetros o una vez al año.
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